Mega Cárceles o más "detenidos preventivos"

01.08.2011 15:56

 Megacárceles o más “detenidos preventivos”

Me sorprendí con el aviso del Ministerio de Gobierno, sobre una convocatoria a licitación pública, para un estudio a diseño final de un centro penitenciario para 2.500 personas privadas de libertad en la zona de Chonchocoro, con un costo de 290 mil bolivianos, unos 40.000 dólares americanos. Es notoria la candidez para resolver el problema penitenciario en las autoridades.

La experiencia nos enseña que la zona de Chonchocoro no cumple geográficamente con las condiciones mínimas para tener en el lugar a personas privadas de libertad, ya que la mayor parte de los internos en las cárceles de La Paz no tienen sentencia y por tanto dicha construcción se convertirá en una cárcel fantasma, por falta de población carcelaria en su interior.

Chonchocoro tiene una capacidad para 320 internos y sólo está ocupada por 90, es decir, es una cárcel sin hacinamiento y donde la soledad de los internos es preocupante y dolorosa, ya que el Estado no les provee de posibilidades de rehabilitación.

Los privados de libertad con varios argumentos de tipo económico, médico y sobre todo judicial no están en la cárcel que dictamina su sentencia. Los jueces no tienen la capacidad de hacer cumplir sus fallos, o no lo hacen debido a que perciben algún favor económico de los afectados por las sentencias, haciéndose cómplices por negligencia.

Los sentenciados a Chonchocoro no cumplen la ley y los encargados de hacerlo (jueces y gobernador de San Pedro) maniobran la normativa a placer.

Entonces, antes de pensar en gastar dinero en una cárcel que será un elefante blanco, hagamos cumplir la ley, haciendo funcionar la cárcel de Chonchocoro a plena capacidad.

No se debe olvidar que Chonchocoro se encuentra a unos 50 kilómetros de La Paz, y el traslado de los internos a sus audiencias será oneroso, se tiene que contar con motorizados, conductores, policías para custodia y otros muchos gastos.

Una alternativa, sin embargo, sería que los jueces realicen las audiencias en la cárcel, en ambientes especiales y en días determinados, práctica que ya se realiza en países vecinos y además garantiza a la población litigante seguridad en los ambientes judiciales.

¿Quiénes son los que se aprovechan de las cárceles alejadas? Los jueces y los policías corruptos, ya que el privado de libertad que sufre la soledad, el abandono, la falta de dinero y que, en su desesperación, acude ante estas autoridades que se aprovechan de la desgracia personal.

El 75% de la población penitenciaria está detenida preventivamente, esto significa que la motivación diaria del procesado será buscar su libertad y al estar alejado del Órgano Judicial no tendrá el asesoramiento oportuno, los abogados seguramente subirán sus aranceles para atenderlos y así en vez de bajar el número de detenidos preventivos, éste irá aumentando.

Seguramente crecerá la corrupción en las fiscalías, en el Órgano Judicial, en los jueces de ejecución de sentencia, en la Policía que está a cargo de la seguridad interna y externa de las cárceles.

Actualmente la cárcel de Chonchocoro no cuenta con agua potable y su servicio depende de un pozo subterráneo. Tampoco cuenta con alcantarillado, las aguas servidas quedan en pozos ciegos que han colapsado y que están a flor de tierra, mezclándose con aguas claras y subterráneas que afectan la salud y convivencia del lugar.

Por todas las razones mencionadas, sería más adecuado construir cárceles medianas, con capacidad para 300 personas como recomiendan las Reglas Mínimas de Naciones Unidas y cerca de lugares poblados para evitar el sufrimiento innecesario y la violación de los derechos humanos de las personas privadas de libertad.

Ramiro Llanos Moscoso es abogado y ex director Nacional de Régimen Penitenciario.
Fuente:

https://www.paginasiete.bo/Generales/Imprimir.aspx?id=257296