Participación Modulo IX

JUDITH ESPERANZA GUILLÉN DE CARACAS- VENEZUELA | 04.01.2012

Uno de los problemas que aquejan a los privados de libertad es precisamente el hacinamiento, al no haber lugares con suficiente espacio se produce el caos en los recintos carcelarios. Las detenciones preventivas han ido agravando aún más la situación, porque están hasta el tope y comienzan los problemas, máxime si los mismos funcionarios policiales recurren a la tortura que incluso ha dejado como consecuencia muertes.

Hay muchas propuestas como lo son dejar a cargo de los gobiernos locales la administración de las cárceles, para ver si mejoran. Esto no se ha aceptado. Uno de los factores contaminantes es la guarda del recinto por parte de la guardia bolivariana, quienes proceden a introducir las armas y las drogas. Es un negocio que rinde buenos beneficios. De nada nos sirve tener buenas cárceles, restauradas, modificadas sus instalaciones si los mismos que son los encargados de cuidar que los presos no se escapen, no hayan motines o rencillas, son los que introducen los instrumentos que producen todo el mal como muertes, drogadicciòn, etc. Provocan incluso los motines cuando entran a requizar sabiendo de antemano lo que conseguirán. Sin embargo las autoridades correspondientes se hacen de la vista gorda, ni se enteran o no quieren darse por enterados.

De alli que una de las medidas prioritarias es sacar de los recintos carcelarios a la guardia nacional. No sé si en otros países ocurre esta irregularidad. Muchas veces los delincuentes están libres y los que deberían estar libres están presos.

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