En estos casos tiene toda la razón, sin embargo no creo que hayan tantas personas con estas cualidades, suficientes para poder poner en práctica estos programas. Puede ser que tenga todas experiencias técnicas, pero le falte la sensibilización, la sensibilidad. Además ante todo vocación de servicio. Ante todo tiene que ser una persona que crea en Dios, alguien bien extrovertido tal vez, para poder involucrarse rápidamente con las personas. No necesariamente tiene que ser un profesional, pero si una persona que haya acudido a muchos talleres, seminarios, cursos, donde haya aprendido muchas técnicas, como la de Facilitador. Sé que no es fácil, más no imposible.